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Alergia primaveral: ¿Cómo puedo combatirla?

El 30% de la población sufre las consecuencias de la alergia primaveral, una patología que puede provocar graves molestias oculares como conjuntivitis, abundante lagrimeo, sequedad ocular o enrojecimiento.

A pesar del seco y templado invierno que hemos vivido, la llegada de la ansiada primavera se convierte en un soplo de aire fresco. Sin embargo, el cambio de estación también implica el agravamiento de algunos problemas de salud que juegan en contra de la visión, tal y como ocurre con la alergia primaveral.

La alergia, un mal común

Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, el 30% de la población española, lo que equivale a más de ocho millones de personas, sufre alguna enfermedad alérgica al polen, una cuestión que despunta en primavera. Y, según las previsiones, estas dolencias van en aumento año tras año, hasta el punto de que se estima que la mitad de la población española tendrá alergia en 2050. En este sentido, las plantas que más problemas alérgicos producen en nuestro país son las gramíneas, ya que su polen es uno de los que mayores reacciones provocan en el organismo.

Vista borrosa
Vista borrosa

¿Cómo detectar problemas de visión alérgicos?

La visión es, después del aparato respiratorio, la parte del cuerpo que más se resiente por la alergia primaveral. Y es que, entre los tradicionales síntomas de esta enfermedad, que en muchos casos pueden confundirse con un resfriado, destaca por encima de todo la aparición de la conjuntivitis alérgica, que es una inflamación de la conjuntiva (la membrana que recubre la superficie ocular y el interior de los párpados) causada por una respuesta excesiva de nuestro organismo frente a un agente alérgeno.

Ante la aparición de todos estos síntomas, resulta fundamental ponerse en manos de un especialista para evitar problemas oculares más graves. Por eso, durante estas fechas es habitual que aumenten las consultas al establecimiento sanitario de óptica, algo que es muy recomendable, ya que si se deja pasar puede confundirse una conjuntivitis alérgica con otro tipo de proceso inflamatorio que pueda resultar potencialmente más peligrosa para nuestra salud visual.

Y una vez diagnosticada… ¿qué?

Una vez diagnosticado el problema, el papel del óptico-optometrista resulta fundamental. En concreto, los casos leves de conjuntivitis alérgicas pueden resolverse con la recomendación de fomentos o compresas frías, lubricantes oculares y lavados con suero frío que reducirán la concentración de los mediadores de la inflamación y, por lo tanto, la sintomatología. Si esto no fuera suficiente, el profesional óptico-optometrista nos derivará a un oftalmólogo para ser tratados con medicación específica.

Fuente: CGCOO

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